La inversión cero no existe. Espero que este principio jamás se te olvide, sobre todo cuando navegues por Internet o cuando recibas una invitación vía WhatsApp para hacer pedazos a Rockefeller en la historia de millonarios en el mundo.
Cuando te hablo de inversión cero me refiero a “Cero esfuerzo + Nada de preparación + plazo corto de la inversión = Crecimiento exponencial de ganancias “. Eso no existe; y si de chiripa existiera, no puede ser sostenible por mucho tiempo.
Si un “emprendedor” te ofrece ganancias maravillosas del 100% sobre tu inversión o más en un plazo inferior a un año, pregúntale “Oye vato, ¿Y de dónde sale esa ganancia?” No aceptes argumentos absurdos como “Entre varios aportan dinero y de ahí se toma para pagar tu ganancia”; si fuera el caso ¿no crees que en algún momento tocará pagar las ganancias de otro con tu dinero? En algún momento te tocará pagar la fiesta a la cual fuiste invitado. Ni las mejores tandas (en México, grupos que aportan dinero que periódicamente se le entrega a un miembro, muchos se salen del grupo en cuanto les toca el turno de recibir el dinero del grupo) son eternas.
Lo absurdo de las promesas de “siempre ganancias, nunca inganancias”
Si tienes la curiosidad de invertir en mercados como Fórex (Mercado de Divisas) debes saber que hay una gran posibilidad de perder tu inversión, porque la pérdida de un participante es la ganancia de su contraparte; es imposible que todos ganen, de lo contrario ese tipo de inversiones desde hace varios años atrás hubiera ido a la quiebra por convertirse en beneficencia pública donde todos ganan y nunca se pierde. Pregúntale al “asesor de inversiones” que te promete duplicar tu inversión en un mes con dos sencillas aplicaciones: “Si todos ganan todo el tiempo ¿de dónde surge ese dinero ganado?¿quién pierde?”.
Te suplico que nunca te ilusiones con toda promesa de enriquecimiento rápido, ni “En familia con Chabelo” se ganaba todo el tiempo; no creas en capturitas de pantalla que muestran operaciones ganadoras (muchas de estas operaciones se hacen en cuentas gratuitas de demostración, no con dinero real) y siempre cuestiona la fuente de dichas “ganancias eternas milagrosas”… si es que de verdad existen.
Por un mero golpe de suerte quizás los mercados jueguen a tu favor sin haber estudiado para invertir, chiripa una vez al año o más raro, pero también existe la gran posibilidad de que te vayas a la ruina si tu imprudencia te motive a ver las inversiones como casino. Los milagros consistentes no existen en las Inversiones.
Pero sí hay una inversión que te da frutos sí o sí: Tu mente. Estudia Finanzas e Inversiones, analiza cursos de Educación Financiera con instituciones de reputación reconocida, alimenta tu mente y en unos meses o pocos años te premiará. Dos sencillas aplicaciones instaladas en tu smartphone jamás superarán lo que puede lograr ese cajero automático que tienes en la cabeza, encuentra la forma de sacarle todo el dinero posible.