En las redes sociales me gusta seguir páginas y grupos relacionados con las inversiones.
Hay unos sitios excelentes y de buena reputación que incluso complementan su historial con fabulosos libros financieros, mi favorito: la serie del cerdito capitalista (y no es un comercial patrocinado, pero te los recomiendo). Profesionales que se han entregado a la enseñanza de la cultura financiera y que invierten sus ganancias reales para crear páginas decentes, contenido de calidad y sin prometer utopías financieras. El talento se vende por sí solo si sabes crear honor.
Pero tú y yo como humanos tenemos debilidades, queremos todo y rápido. Tu inconsciente así es cuando no lo has disciplinado. Y lo saben perfectamente aquellos vatos que se la pasan en redes sociales ofreciendo multiplicar tu dinero en unos cuantos días, apelando a la avaricia y al deseo de ganar más con poco esfuerzo y tiempo.
Ponte a pensar, mi estimado amigo o amiga: alguien que te prometa multiplicar la cuenta, con todo ese dinero ganado pudieran comprar un dominio y crear una página sencilla pero atractiva, en lugar de utilizar medios gratuitos como WhatsApp o Telegramm para ofrecer sus servicios. ¿Por qué negarse a usar un sitio de internet bonito? Porque implica gastar dinero que no se tiene ni se gana con “inversiones mágicas”, además que esos perfiles suelen desaparecer cuando reciben quejas por parte de sus clientes. Quien no renta una habitación cuando viaja es porque no se piensa quedar mucho tiempo en ese lugar; por eso, el que te ofrece mágicas ganancias lo hace por redes gratuitas y no con un dominio estable.
Antes de continuar… te invito a suscribirte a mi newsletter motivacional semanal.
Te pondré un ejemplo sencillo para que lo entiendas. El 20 de noviembre de 2019 un tío ofreció en redes sociales la posibilidad de obtener 10% de ganancias diarias con señales para operar opciones binarias y todo a través de Telegramm (ni siquiera les alcanza para desarrollar una App). Con ese porcentaje de ganancias cierro mi changarro y compito por mi portada en Forbes.
Si el muchacho hubiera ganado 10% diario, en un mes ya habría triplicado su cuenta de “inversión”, y si hubiera aplicado interés compuesto (10% sobre el saldo diario, no sobre el inicial) el 28 de diciembre de 2019 estaría publicando las fotos de sus vacaciones en Dubái. Pero esto fue lo que publicó:
Con esto no quiero darte a entender que una página de Internet es garantía de un excelente servicio. Me duele reconocer que yo aprendí a la mala por confiar de la “reputación” de un sitio de internet de un cliente frecuente de un CERESO de Veracruz, que ofrecía 0.02 dólares de ganancia por cada dólar invertido. Me pasó cuando atravesaba una crisis emocional y desde entonces me propuse estudiar sobre el tema para evitar que tú caigas en esos engaños.
Lo que a mí me faltó saber es que esos hambrientos buitres no pueden operar como instituciones de tecnología financiera porque no cuentan con autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Ni siquiera pueden operar como persona física, como lo indica el artículo 36 de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera:
Artículo 36.- “Los interesados en obtener la autorización para actuar como ITF deberán ser sociedades anónimas constituidas o que pretendan constituirse como tales de conformidad con la legislación mexicana y que en sus estatutos sociales:
I. Contemplen en su objeto social la realización, de forma habitual o profesional, de alguna de las actividades previstas en esta Ley;
II. Prevean expresamente que, en la realización de su objeto social deberán ajustarse a lo previsto en la presente Ley y en las disposiciones generales aplicables;
III. Establezcan su domicilio en territorio nacional, y
IV. Fijen un capital mínimo necesario para llevar a cabo sus actividades de acuerdo con lo previsto en las disposiciones de carácter general que para tal efecto emita la CNBV, el cual podrá estar diferenciado en función del tipo de actividades que realicen y riesgos que enfrenten. Previo a la emisión de dichas disposiciones se requiere del acuerdo del Comité Interinstitucional”.
Así que la próxima vez que un vato loco te mande un mensaje vía redes sociales donde te ofrezca ganar mucho si “inviertes” con él, pídele su denominación social y que te muestre la fecha en que su autorización fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Quizás el fulanito te presuma en su página de internet su “licencia” (editada por cierto y con datos falsos), pero tú insiste en pedir el dato de la publicación en la gaceta oficial, porque el DOF no puede ser alterado por cualquier chango. Te lo recomiendo porque así lo indica el artículo 38 de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera.
Artículo 38.- “La CNBV deberá publicar en el Diario Oficial de la Federación las autorizaciones que otorgue conforme a la presente Ley”.
Sé que amas mucho a tu familia y quieres lograr tus metas profesionales, pero necesitas más recursos. Estudia más en materia financiera y seguro que encontrarás una segunda o tercera fuente de ingresos. Y comparte esta información a tus hijos, familiares y amigos, sobre todo con aquellos que están desempleados o están a punto de graduarse y son blanco fácil de los charlatanes que se aprovechan de su ánimo por los suelos o en los cielos.
Aprende más sobre como detectar estafas en mi membresía de contenido PREMIUM “Tu Máxima Versión 7”.